viernes, 27 de junio de 2014

Devenir



Al prisma en la incandescente noche.
A la rotación del cosmos
en el piélago sin vientos.
Hacia las cosas,
sin ellas.
En movimiento, con dirección aturdida
por el destemplado reclamo de los ojos vacíos,
apoderados de la muerte
para no vencerla nunca.
Pretendiendo olvidar
las costras heladas.
En el día sin nombre:
el que se vive.