Sobre “El loco y la
camisa” de Nelson Valente
Por Fernando Iturrieta
Con: Soledad Bautista, Julián Paz Figueira, José Pablo Suárez, Ricardo Larrama, Lide
Uranga.
Dirigida por el Autor.
Ganadora Premio Principal y a Mejor actor protagónico en VII Festival Iberoamericano
de Teatro “Cumbre de las Américas” (Mar del Plata, 2011). - Fiesta Provincial de
Teatro (Bs. As., 2009).- Ganadora Festival Regional (Lomas de Zamora, 2009)- I
Festival de Artes escénicas Buenos Aires Gran (Doc /Sur).- La noche de los Teatros
(Red Teatral Sur).- Proyecto Formación de espectadores Mundos (Im)posibles
(Doc/Sur).
Viernes, Sábados y Domingos en “El Camarín de las Musas” Mario Bravo 960.
El loco y la
camisa apunta a los dos elementos:
uno humano y el otro, un objeto, que revelan
lo que los pactos de silencio mantienen oculto.
La comedia sostiene
la vista del conjunto familiar, sus engranajes esclerosados de atención y desatención y observa particularmente sus
complicidades, depositando la denuncia
en lo que aparece en forma de locura o mancha. Hace del principal emergente, el
miembro delirante del grupo, un vocero que pone en palabras lo que el
espectador percibe o presiente y lo que los otros personajes no hablan o no
terminan de expresar cabalmente. Verbaliza aquello a lo que se priva de palabra
y lo hace desarmando lo que los demás construyen con su negación. Expresión graduada de conjunto, la
familia va desde aquel que suprime, evade, esquiva la realidad y ejerce
autoritariamente esa negación, pasando a quien pretende ocultar los aspectos que
lastiman para poder acomodar su inserción en lo que presume una vida superior; se mueve a
quien oscila entre ver, expresar y anestesiar la realidad y finalmente, exalta
a quien manifiesta, delata, juega y hace estallar el conjunto armado en la
mentira. Así, padre,
hermana, madre e hijo enfermo, se expondrán ante una presencia externa (el novio de la chica)
que no es más que la máscara de otra mentira.
El loco y la
camisa divierte aun en el dolor,
porque nuestros disfraces son torpes e insuficientes. Está bien estructurada, muy bien
actuada y, dirigida; se muestra con fuerza como un teatro al alcance de la
gente, quizás en el
mejor sentido del teatro popular, en el que no se subestima al espectador, que,
doy fe, sale muy movilizado y satisfecho de la sala