miércoles, 2 de septiembre de 2009

Es una lágrima que comienza a llorarse en Buenos Aires


Porque estoy aquí, rodeado del azul nocturno en el centro de Buenos Aires casi borroneado, pero siento que al afincarla, esta pequeña lágrima se vuelve universal, tangible en la esquina en la que se detengan otros a pensar, a reirse, a silenciarse, a llorar, otros.